lunes, 10 de septiembre de 2007

Los gatos marroquíes




En Chaouen, al norte de Marruecos, en el Rif, no se pueden dar dos pasos sin encontrar un gato callejero. Junto a los containers, en los alrededores de los restaurantes, debajo de un coche o de las sillas de una terraza. Hay gatos por todas partes, y lo que más llama la atención es que nadie los espanta, ni los maltrata, ni les hace nada que pudiéramos considerar dañino. Son los "otros" habitantes del pueblo. Aunque no los cuidan, conviven con ellos.

Allí donde hay un humano comiendo, hay gatos esperando a cazar algunas sobras. Esperan en la puerta de los restaurantes a que se saque la basura para darse el festín nocturno todos los días. De hecho, reciben sus trocitos de desayuno, comida y cena, que les dejan caer. Eso los mayores, los fuertes, claro. Los cachorros, si tienen suerte, esperarán a que su mamá se alimente para poder comer ellos también. Los huérfanos, los débiles, seguramente no sobrevivirán más de unos días.

Aquí podéis ver una gata que pudimos fotografiar:


Esta gata estaba ahí, al lado de la cocina, esperando. Supongo que tuvo la suerte de que nosotros comiéramos justo al lado y se pudo dar un pequeño banquete de carne rebozada.

El fin de semana, en Rabat, la cosa no fue distinta aunque, al ser la capital, no vimos tantos gatos en la calle. En cambio, nos llevamos una alegría: fuimos a visitar unas ruinas romanas y, dentro, una señora custodiaba una colonia. Digo que la custodiaba porque había unos veinte gatos cerca de donde ella vive.



Nos llamó uno la atención especialmente. También ponemos una foto:


Si uno se fija, puede ver que este gato tiene una malformación: le falta la pata izquierda de delante. Seguramente, si no hubiese sido por aquella señora, no continuaría con vida. Es muy cariñoso, enseguida se dejó tocar y parecía acostumbrado al trato humano.

Lamentablemente, no todos los casos son así. Produce especial tristeza el caso de los cachorros, la mayoría con problemas oculares y con pocas probabilidades de seguir adelante. Aunque es triste, también ponemos una foto de ejemplo.


Tal vez, algún día, podamos crear una asociación en Marruecos. Estaría bien, ¿verdad? Aunque la verdad es que en nuestro país aún queda mucho por hacer...